martes, 22 de septiembre de 2009

Ser Médico es...

Cuando eres doctor la gente automáticamente piensa que ganas muy bien, que vives holgadamente y que el dinero te sobra, y eso en ocasiones no es cierto.
A veces como a cualquier profesionista, te va de la chingada; la doctoreada, o como quieras llamarle, es pobre. Te pueden caer miles de pacientes pero a veces ni te pagan. Sufres con el pinche paciente que siempre quiere todo rapidito, que no le duela nada y garantizado, y que encima cobres como bolero de la calzada. Sufres con los proveedores que te persiguen para que les pagues, con los técnicos, con salubridad y con hacienda, ¿A poco no? ¡Ah! Y por si fuera poco el paciente te paga lo que le da su chingada gana (me lleva la pu...).
¡Ah! Porque todavía piensa tu paciente que lo estás fregando y confía más en cualquier cabrón de la calle que en ti, ¡Por favor! Si el güey ni para los gastos de laboratorio te completa un anticipo, … ¡Hazme el favor!
La gente piensa que estás obligado a saber de todo porque de todo te preguntan: Que una tía que tiene azúcar, de otro tío que tiene cáncer, que si es verdad que con el calcio de coral se te amacizan los dientes, que si con el tepezcohuite te proteges de infecciones… ¡Qué hueva!
Casi siempre un paciente, o un amigo, o un conocido, o lo que es peor un familiar, se presenta con un caso complicadísimo, y cuando les explicas todo el procedimiento que hay que hacer, el número de citas y el costo del tratamiento, los muy cabrones te tachan de pendejo o de plano de ratero y te dicen: ¿Pero cómo? ¡Si la cuñada de mi prima me dijo que su madre le platicó que una de sus hijas había escuchado en su trabajo que a la mamá de su jefe un doctor la atendió de un caso igual en una semana y bien barato que le cobró! ¡Qué jijos…! ¡Pues que vayan a rechingar con sus consultas a ese pinche doctor... si es que existe! ¡Y que no vengan a joderte a ti!
Nunca falta el güey que le empieza a echar bronca a los doctores y a quejarse de los costos de los tratamientos... “Es que, ¿Porqué tiene que ser tan caro? A ver, ¿Porqué? Deberían inventar un aparato o un material más barato porque así esta mal...” Y luego el día que van a tu consultorio se la pasan haciéndote sugerencias de porqué no tienes tal o cual equipo súper moderno que sale en la tele. Van a tu consultorio en un horario fuera del que manejas porque por ser tus amigos quieren que los veas cuando ellos pueden, te quitan como una hora con sus preguntas idiotas, y al final se sorprenden y hasta molestan si tienen que pagar la consulta porque piensan que te hacen un favor al ir a tu consultorio. Y después terminan atendiéndose en otra parte donde encima les cobraron más que tú, y el día que tienen una bronca con el tratamiento que les hicieron en ese otro consultorio quieren que seas tú quien se las componga, y tus familiares quieren que les resuelvas sus problemas a cambio de nada, porque son tus familiares.... ¡Ajá!
Tus vecinos piensan que lo sabes todo y te consultan cosas tan estúpidas como: “Oye ¿qué puedo hacer? Porque fíjate que a mi muchacha le hicieron una cirugía en una clínica del Centro, pero ya le dije que se la hicieron mal (hasta diagnostican) ¿La puedes recetar?.... O te dicen: “Oye, me estoy atendiendo con Fulanito de Tal, es muy bueno, ¿Verdad?” ¿Por quién te toman?
Si estás en una reunión y saben que eres doctor te preguntan de todo y al final ni te entendieron pero sí te quitaron un chingo de tiempo... Y ni la puta fiesta disfrutaste.
Tus amigos se amparan en su doctor, que curiosamente eres tú. Sí, 'tú', o sea que ellos piensan que pueden hacer el desmadre del mundo con su vida y tú les vas a arreglar el problema, ¡Ja, ja, ja, ja! Sí, como no... ¡Ah! Y aparte que los atiendas a la hora que se les pega su gana sin pagar un cinco.
Tus padres se adornan frente a la gente: “Sí, mi hijo es doctor…” (y luego como que explican), “Buenismo”, y quién sabe qué tanto y esto y lo otro, y te meten en cada lío, porque después esa gente te anda buscando para que les arregles un problema de una especialidad que ni manejas, ni dominas, ni piensas conocer en tu mugre vida... Tus abuelos (si es que los tienes) cada vez que los visitas te ven con tanto orgullo y te palmean o te besan por lo orgullosos que están de su nieto que es todo un doctor... ¡No manchen, abuelos! Si muy apenas tengo para comer y ustedes muy orgullosos... (Qué lindos los abuelos).
Si trabajas para una empresa o un banco ¿A poco no? El güey que te pone piedritas en el camino siempre es un pinche contador (u otro doctor que ni ejerce), que el güey piensa que lo sabe todo. ¿Ese pendejo qué sabe? Si ni consultorio tiene, si solo aprendió si cuadra o no una cuenta, y hasta diagnostica como si le entendiera ¡Pendejo! Pero eso sí, de que son más ratas son más ratas... Y todavía te cuestiona el pendejo de cosas de las que no tiene ni la más remota idea. A ver, ¿Un doctor cuándo se mete con un contador en su jodido trabajo? ¡Nunca!
Si un desconocido sabe que eres doctor, no te tacha de otra cosa mas que de ser un rata... Güey, ¿Cuándo te he robado algo en tu vida, pinche muerto de hambre? Los pinches graciosos saben que estás ahí y empiezan a contar chistes de doctores y, claro, tú te ríes de a huevo para no quedar mal... Pero por dentro piensas '¡Pobres pendejos! Y si toca que estás con amigos en una pedita, y te ven tomarte una o dos cervezas, de borracho no te bajan y no falta el que te dice “Yo contigo no me atiendo ni loco, pinche borracho!”
La familia de tu pareja, novio(a), esposa(o), amante o etc., te consultan cosas sobre un familiar que tiene la salud hecho pedazos y que ya ni remedio tiene ¡No la frieguen! Si el bato es bien codo y es un hijo de la chingada que no se ha cuidado en veinte años y todavía le buscan ¡Te digo! Nunca falta la persona que te dice que empezó un tratamiento con otro doctor, pero que no se halló con él porque le cobraba bien caro, mejor contigo porque dan por hecho que les vas a ‘hacer precio’ ¡No mamen!
Si trabajas en un hospital no falta el típico paciente que va a urgencias por un dolor... pero de mil años de evolución pero se les ocurre ir ese día que a ti te toca la consulta, casi tirando la puerta diciendo que se están muriendo, por ese dolor... que les ofende. O la clasica mujer que se pelea con el marido y va a la sala de urgencias segun ella sin poder respirar y todos gritándote que la atiendas porque se muere y ya cuando les vas a dar tratamiento salen con su jalada de que quieren su alta voluntaria...
Este documento fue descubierto en un consultorio medico, a ciencia cierta no se sabe en cuál. Ha pasado de generación en generación por lo que es nuestra obligación mantenerlo vigente y enviarlo a todos nuestros amigos doctores y los que no lo son, para que se enteren de las cosas por las que pasa un medico, y que ya no nos hagan preguntas o consultas tan estúpidas y que no nos tachen de lo peor, porque en todos lados hay ratas. Así que eres más rata tú, contador, tú, abogado, tú, maestro, tú, ingeniero, tú, arquitecto, tú licenciado y el que ustedes quieran, que un 'ILUSTRE Y NOBLE' medico.

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